PON EN MARCHA EL CAMINO DE LAS VACACIONES

Llegan las altas temperaturas y con ellas, el tan esperado verano, sobre todo para los niños. Los más mayores, entre nervios, calor y algún desvelo, preparan sus exámenes. Es la recta final, los últimos esfuerzos, para el merecido descanso. Los mÁs pequeños, aprovechan estos días, para hacer excursiones, preparar su función de fin de curso, jugando y divirtiéndose con sus compañeros.

Y divertirnos fue lo que hicimos el sábado 11 de Junio en el Colegio de los Olivos. Participamos de una Convivencia en Familia, donde los padres junto a sus hijos fueron los protagonistas.

El objetivo de la convivencia era describir entre todos, actitudes positivas para afrontar el verano. Mirad cada uno de nosotros somos únicos e irrepetibles. Es muy importante que pongamos en valor, nuestras diferencias, las genialidades, las ideas de cada Familia. Cada uno de nosotros tiene formas distintas de afrontar las dificultades, los retos diarios, las aventuras, las rutinas, etc….Y actividades como ésta, nos ayudan a nutrirnos unos de otros, a avanzar, a ver nuevas posibilidades. El guion de la vida no está escrito. Lo escribimos cada uno de nosotros a cada momento.

Comenzamos  la convivencia, con una Eucaristía en una capilla muy acogedora, donde el Padre Agustín hizo partícipe a los más pequeños.

Organizamos los grupos y comenzamos con una actividad divertida. Buscamos que todas las Familias interactuaran, se divirtieran y se rieran: Cada  Familia tenía trazado un camino para llegar a un objetivo. Todos tenían que subirse a un palo y hacerlo a pata coja. Hubo quienes subieron los niños a sus hombros y en brazos; quienes pusieron a los niños delante y ellos detrás acompasaron su ritmo al de sus pequeños; otros se intercalaban, padre e hijo; Todos llegaron a la meta, conquistando un regalo:  los objetivos de la convivencia:

  • Disfrutar
  • Valorar el encuentro en Familia
  • Entregarnos unos a otros
  • Conocer actitudes para un verano positivo

A continuación, cada grupo se reunió con su monitora: (madres voluntarias de la Escuela de Padres Peques).

Ya en las clases trabajamos, “EL MURAL DE LAS EMOCIONES, donde nada es material”. La actividad consistía en que niños y padres pidieran sus deseos para estas vacaciones de verano, con una restricción: nada de lo que pedían podía ser material. Tanto padres como niños salían al centro de la clase y “manifestaban” sus deseos. Los niños imaginaros: ir al Aquapark, a la playa, a la piscina, jugar, ir al parque, siempre con sus padres!;  Los padres: dejar de correr,  )pidieron muchos de ellos) ; pasar tiempo con sus hijos, pasar el día en la playa tranquilos, disfrutar de sus hijos, y como no, tener tiempo para ellos también. Que importante es cuidarse, para saber cuidar!. Esta es nuestra primera actividad en la Escuela de Padres del curso próximo.

Las monitoras, implicadas, expertas, con muchas ganas e ilusión, hacían preguntas para abrir debate y describir entre todos, como unir ambos deseos. Cada padre, ayudado por otros, exponían desde su experiencia que le ibas bien, y así entre todos, tejimos un mar de ideas, fresquitas para este verano.

Ayudamos con un decálogo de herramientas, a tener en cuenta para que la “misión familiar” de este verano, sea un éxito:

  1. Comunicarse
  2. Disfrutar
  3. Unión familiar
  4. Celebrar las diferencias
  5. Sentirse querido
  6. Expresar cariño
  7. Momentos de no hacer nada
  8. Aprender de manera diferente
  9. Colaborar en equipo
  10. Cuidarme

Para terminar la actividad, cada Familia, escribió “EN UN SOSLO CORAZÓN”, (la opción preferencial que el colegio ha trabajado este año), los aprendizajes descubiertos en el día. Desde el corazón, desde lo más íntimo, a que iban a prestar atención para un verano de éxito: Alguno de ellos: “Con una sonrisa consigo que las dificultades tengan resultados extraordinarios”; “Ayudando todos en casa, podemos ir antes a la playa”;  “Me permito un rato para mi, para enriquecer a los demás”.

Para terminar la convivencia, realizamos una relajación . Contamos un cuento donde los más pequeños se convertían en animales, árboles, montañas, y una nube para dormir. Las Familias, relajadas por unos minutos, notamos la paz que tenemos de nacimiento y cogimos fuerza para continuar el día.

Celebramos la convivencia, uniéndonos todas las Familias alrededor de una buena mesa, que entre todos habíamos aportado.

Muchas gracias al Colegio de Los Olivos, por promover iniciativas como esta. La Escuela de Padres y Catequesis se unen para poner en común todos sus aprendizajes, en un día relajado donde todos nos vamos enriquecidos profundamente. Descubrimos avances y nuevas posibilidades para construir la vida que queremos.

Y muchas gracias a las monitoras, valientes, atrevidas que dieron lo mejor de si.

 

¡Vamos a tener un verano maravilloso!

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